La Navidad y el espejo de la utopía
En el calendario cristiano hay tres días especialmente relevantes. Tienen un significado especial porque en ellos se conmemoran los momentos “más importantes” de la vida del Hijo de Dios que son; el nacimiento, la muerte y la resurrección de Jesús. Aunque cada uno de ellos tenga un sentido específico y matizable dentro del mensaje cristiano, todos tienen en común un dato esencial; en cada uno de esos momentos se produce una íntima unión, una íntima relación, entre el ser humano y Dios. Todo ello, como hemos dicho, en la persona de Cristo. Lo que cambia es el punto de vista. Mientras que en dos de ellos rememoramos su muerte o su resurrección, en el otro lo que hacemos es recordar el día en el que nació haciéndose hombre como nosotros.









