Inaugurada la capilla del Monasterio de San José recién restaurada.
Ayer por la tarde tuve la satisfacción de asistir a la reapertura de la capilla de NUESTRO Monasterio de San José.
Sí. He dicho NUESTRO, porque este monasterio, que en agosto cumple 438 años, desde que Felipe V dio licencia a Doñ Francisco Rincón para que lo fundase y ocupase con sus hijas, desde ayer es también de los corraleños.
Cuando hace unos años las monjitas que lo habitaban, y permítanme un recuerdo especial para aquella pequeña madre superiora, no más grande que una figurita de un Belén, pero con un corazón que se le salía por debajo de la capa, recuerdo que me decía al despedirse: "sigue cuidando a tu familia, que nosotras seguiremos pidiendo por vosotros desde donde estemos". Ese "vosotros" seguro que eran todos los corraleños.
A lo que iba. Cuando salía la última monja del convento, los más negros presagios empezaron a circular sobre su futuro, todo eran lamentaciones y malos augurios, pero entonces Don Jesús, permíteme que hoy te coloque el Don delante, se empezó ha mover recogiendo el sentir de los corraleños, y se lanzó a la aventura de que el monasterio no acabase en los remolques camino de vertedero, que hubiese sido su destino final si no se hubiese actuado a tiempo.
Hoy, con la apertura de las puertas de la capilla, es ya una realidad la recuperación del Monasterio para uso y disfrute de todos los corraleños y de todos los que llamen a sus puertas.
Ayer, con la inauguración presidida por el arzobispo de la diócesis de Toledo, Don Braulio, arropado por los sacerdotes de la parroquia de Corral, con la asistencia de las autoridades municipales y el templo "apretado hasta arriba" de corraleños, se culminó, con este acto, la tan esperada finalización de las obras de recuperación.
Pero para llegar aquí, como decía Don Jesús al finalizar el acto, ha habido que saltar muchos obstáculos, recabar la ayuda económica de los corraleños y, sobre todo, verter mucho sudor y gastar muchas uñas de muchas coraleñas y corraleños, y en este caso coloco primero a ellas, por que me consta, por la razón que sea, que las corraleñas han sido las primeras en acudir a la llamada de auxilio del monasterio.
También hubo agradecimientos para la Diputación y las corporaciones municipales, por las ayudas recibidas, señalando la especial colaboración con la Sra. Alcaldesa, que ha puesto a disposición de la restauración, la especial colaboración del trabajo de algunos operarios del Ayuntamiento.
Es natural, por tanto, que los corraleños estén contentos y satisfechos de poder disfrutar desde hoy de su monasterio, en plena actividad de todas sus dependencias y prestaciones, y qué mejor aportación al VII Centenario de la fundación de Corral de Almaguer, que conmemoramos este año, que el trabajo solidario de un pueblo por recuperar y mantener esta preciada joya de nuestro patrimonio, nuestro MONASTERIO DE SAN JOSÉ.
Desde esta Asociación Cultural, nuestra felicitación y agradecimiento, a todos aquellos que en mayor o menor grado han contribuido a la recuperación de este patrimonio cultural y religioso de nuestro pueblo, y gracias a ti, Jesús, por estar al frente de esta iniciativa.