El piano ya lo conocíamos, pero la voz… ¿de dónde sale esa voz? Con solo catorce años, Isabel Real se atreve a subir al escenario con un tímido desparpajo para mostrar sin micrófono el gran potencial sonoro que guarda en su garganta.

Acampañada por el siempre presente piano de Gema Barajas, Isabel fue la sorpresa en el último acto de los Veranos Culturales de la Asociación, celebrado en el convento de San José, gracias a la coloboración de la Parroquia. Nada hacía pensar que la frágil apariencia de una niña iba a emocionar al público asistente desde la primeras notas que regaló con una delicada canción japonesa. El repertorio elegido, con canciones más o menos conocidas de diferentes épocas y estilos, fue una sencilla escusa para mostrar la carta de presentación e un embrión de artista.

Si la voz es interesante, no lo es menos su manejo del escenario. Jovencísima y sin experiencia, sabe pisar las tablas y contar su historia al público, en esta ocasion sobre un espacio escénico realizado por la maestría de su padre, Jesús Real.

El acto lo cerró el vicepresidente de la Asociación, José Manuel Real, con un pequeño homenaje a Gema Barajas, que siempre está ahí para poner su piano en cualquier evento que la Asociación le pida, entregándole un simbólico objeto decorativo realizado especialmente para ella por el artista corraleño Raimundo Guzmán.