El temporal de anhelada lluvia que afectó durante esta Semana Santa a Corral de Almaguer quiso hacer un inciso y permitir que, al menos, la procesión de “Los morados”, pudiera mostrar a todo el que visitó nuestra localidad durante estas fechas, el esplendor de su tradición procesional, sobre todo a través de la incorporación de un sonido que a partir de ahora formará parte, y parece que para siempre, de esta cofradía: el silencio.
El mismo que protagonizaron el millar de personas que acudieron a presenciar la procesión de “Los Pasos”. Fue durante cinco minutos, ante la expectativa del momento, envueltos bajo la oscuridad inédita de la Plaza Mayor, que iban desgarrando los recobrados faroles de los nazarenos que flanqueaban el recorrido más inmediato. A la una en punto de la madrugada ese silencio se rompía para dar paso a los tres garrotazos de rigor, contra la puerta de la iglesia, que anunciaban el prendimiento de “Jesús el Nazareno”, y el comienzo de ese momento tan genuino que marca nuestra Semana Santa: la procesión de “Los morados”: Prendimiento, Sentencia y Pasión.
Sin embargo, el infortunio de la lluvia quiso que la procesión de los blancos, se viera afectada, así como que “La Oración”, “La Columna” y el “Ecce Homo” tuvieran que quedarse sin procesionar la noche del Jueves Santo. Algo que también sucedió, pero esta vez por segundo año consecutivo, con la procesión de “Los negros”, que se volvió a quedar sin poder llenar de su tradicional solemnidad las calles de Corral, algo que no había ocurrido nunca, sumiendo a sus cofrades en una impotente frustración.