Israel Fernández actuó el martes como colofón a las fiestas de la Función, en una abarrotada plaza, sobre todo con muchos fervientes seguidores del que es, ya, un consagrado artista y como no con muchos neófitos que acudieron a la plaza ante la expectación creada y que no salieron defraudados.
El repertorio estuvo formado por una selección de canciones procedentes de toda su discografía en el que se pudo escuchar varios palos del flamenco como tarantas, soleás, fandangos, bulerías y un tiento rematado con un tango. Todo ello aderezado de los elementos propios de este arte, patrimonio inmaterial de la humanidad, gracias al guitarrista Rubén Lara, el bailaor Rapico, las palmas y la percusión de Juan Motos y el cantaor, para dar descanso a la voz, Gabriel de la Tomasa.
De Israel Fernández Muñoz han dicho los críticos que es flamenco en estado puro, un flamenco del siglo XXI que lo tiene todo: ritmo, compás y armonía y el ángel de cinco razas cantando en su corazón.
Desde muy temprana edad se empapa del flamenco con el que su familia lo alimenta, tomando como principal ídolo y referente a Camarón de la Isla, pero manteniendo el oído alerta al cante de los viejos maestros como Porrina de Badajoz, Antonio Mairena o Manolo Caracol entre otros.
A los 11 años, este joven corraleño participó en el concurso de Televisión Española para artistas noveles “Tu Gran día”, proclamándose vencedor indiscutible. Este éxito lo lleva a actuar en las fiestas locales de varios pueblos y subirse al escenario de pequeños teatros. Poco a poco, lo que era pasatiempo y juego, se va convirtiendo en pasión y emoción.
Con 15 años, Israel se vuelve a asomar a la televisión, esta vez en el programa Gente de Primera, de TVE, donde, amadrinado por María Jiménez, resulta finalista y demuestra su capacidad para adaptarse a otros estilos musicales. A partir de ahí, su carrera despega para convertirse en lo que es hoy, no una promesa del flamenco, sino una realidad tangible, sin duda una de las voces más potentes del flamenco actual. Su pasión y su arte han emocionado por igual tanto a los jóvenes flamencos como los amantes de la ortodoxia en el cante.
Parafraseando a Luis Pastor en su homenaje al gran Camarón, podemos decir que la voz de Israel es:
Caño roto de la fuente,
manantial de los misterios,
donde se van a vivir
los que cantan a degüello.
En su haber, cuenta con dos discos a su nombre: Naranjas en la nieve y Con hilo de oro fino y Universo Pastora, un homenaje a Aurora Pavón “La niña de los Peines”.
Su desgarrada voz también resuena en películas como: Jota, la última película de Carlos Saura, y el Apostata, del uruguayo Federico Veiroj.
La lista de colaboraciones con los más grandes es infinita, desde Raimundo Amador, José Mercé, Tomasito, Diana Navarro, Sandra Carrasco, Niña Pastori, Farruquito etc., pasando por Placido Domingo e incluyendo a las divas del “soul” y reconocidas artistas internacionales como Macy Gray y Erykah Badhu. Ha formado parte del elenco de artistas que conformaron el espectáculo “Flamenco Hoy” de Carlos Saura, ha sido cantaor en la formación de Chano Domínguez y en la actualidad es uno de los 3 cantaores del espectáculo “Voces”, donde la bailaora Sara Baras rinde tributo a figuras emblemáticas del flamenco.
Volando voy, volando vengo, Israel ha pisado los escenarios de medio mundo desde el “Teatro Real” de Madrid hasta el “New York City Center”. Desde Japón hasta Australia pasando China, Uruguay, Chile, Dubái, Polonia Inglaterra, Italia, Francia y un largo etcétera.