Podría decirse que no existe lo que no se ve. Pero cuando aflora todo el talento oculto que se desarrolla como afición, divertimento o necesidad de expresar lo que la realidad imprime a cada persona, la sorpresa suele ser positiva. Eso es lo que se puede apreciar en la segunda edición de Pintores Corraleños, que permanecerá abierta al público hasta el próximo martes de la Función.
Acogedor, familiar, diferente. “Ya era hora de volver al cine en corral” o “estupenda iniciativa” son algunas de las palabras que los asistentes en diferentes sesiones nos trasladaron por la creación de nuestro modesto “PEQUEÑO GRAN CINE”, ubicado en la sede de la asociación Amigos de Corral de Almaguer.
Por segundo año consecutivo, ni un deseado chirimiri, ni un poco de molesto viento pudieron frenar el pasado 22 de abril a un grupo de unas 20 personas amantes de la naturaleza y de su pueblo, que poseídos por el mensaje de nuestro Almaguerito Frito y coincidiendo con el día de la Madre Tierra, se echaron azadón al hombro capitaneados por la Asociación Amigos de Corral de Almaguer, decidiendo arremangarse y “doblar el lomo” para recoger en el campo lo que otros dejan sin remordimiento alguno.
El destino del viaje de primavera organizado por Amigos de Corral, realizado este pasado fin de semana, ha tenido como destino las ciudades de Valencia y Sagunto.
Miércoles, 8 de marzo de 1989
Querida Laura,
El viento remueve y esparce las espigas de trigo en el campo que te vio crecer. Aquí el Sol brilla con menos intensidad desde que te fuiste y las golondrinas vuelven cada anochecer al nido sobre el tejado de casa. Pero tú no vuelves, Laura. No vuelves, y no sé dónde estás, ni cómo te encuentras, ni si cumpliste tus sueños, ni si me has podido perdonar. Lo más probable es que ya te hayas dado cuenta de quién soy y no quieras seguir leyendo esta carta escrita con las lágrimas que reprimí cuando te fuiste. Laura, mi niña. Sé que no soy digna de tu perdón, pero te sigo queriendo. Laura, hija mía.
Lo siento.
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